Güendulain

En la comunidad de Güendulain se recuperaron memorias específicas sobre lo que el agua ha significado en esa comunidad. La Hacienda se convirtió en un referente básico al respecto. La gente nos compartió toda la infraestructura que se construyó para mantener el cultivo extensivo de trigo al que se enfocaba el trabajo de la hacienda. Estas obras de ingeniería eran planeadas para asegurar las cosechas de la Hacienda, pero en el cotidiano fueron levantadas por las familias que trabajaban en condiciones sumamente precarias en este lugar. Las infancias comenzaban a trabajar a temprana edad en las labores que estaban a su alcance y cuando se disolvió la Hacienda la mayoría de la gente regresó a sus comunidades de origen.

                                               Construcción tradicional, (Archivo IDAS, 2022)

Se comenta que el hacendado llegó a comprar agua de Abasolo para poder regar la gran cantidad de terreno que era cultivado. El jagüey era el centro de esta distribución. El jagüey es la obra hidráulica que se mantiene como huella de la hacienda, junto con las zanjas y el pozo que formaban parte de esta estructura.

El casco de la hacienda fue paulatinamente desmantelado para la construcción de las casas de las personas que se quedaron en la comunidad.

El jagüey se convirtió en un lugar de recepción de aves migratorias de las que se guarda memoria. Se comenta que hace unos años llegaba la gente de Oaxaca para cazarlos y que las personas de la comunidad que recogían las presas llegaron a ver a un pato que venía con una placa que mostraba que era originario de Canadá. 

“eran negritos con plumitas azulitas” (Entrevista, julio de 2022)


Jagüey, (Archivo IDAS, 2022)


Dentro de esas aves se nombraron las siguientes: 

Chupapa -grisita, pico largo, se escondía mucho, solo salía cuando no había ruido-. Veldelde -grande patas largas y delgadas- Gallineta -negra, piquito blanco, colita blanca- Patos blancos- con cabeza verde como pavorreal. Pato golondrina, garza morena -es la gris solo llegan de a dos-. Sarceta -se comía, era de varios colores, cartitas blancas, café y gris-....Ahora solo hay pichichis y unos patos que ya no se van [oscuros, alas blancas, pico naranja rojizo] (Entrevista, julio 2022).

En el jagüey ubican que ha habido mucha variedad de peces: blanquitos, truchitas, bobo, lizitas, en algún tiempo se pescó para el consumo y recientemente se llegaron a hacer torneos de pesca, pero actualmente (2022) el jagüey se encuentra en niveles críticos. Como en la cabecera municipal del Tule, se comía la ranita envuelta en totomostle y con epazote. También se recuerda que el cangrejo se usó en polvo para la tosferina y que había flores de carolina por todas partes.


Carolinas Eichhornia crassipes
(De Ozhe - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5182956 ; https://commons.wikimedia.org)


Dentro de las plantas que se encontraban en gran cantidad de carolinas, mezquites, huajitos y sauz amarillos que se han ido secando ante la reducción de los cuerpos de agua.

Se pudo conversar con personas que tienen memoria de haber visto la Hacienda en funcionamiento y recuerdan también relatos ligados a todo lo que se vivió durante la Revolución, cuando los hombres de la región se enlistaban y los trabajos que pasaban para regresar. 

Al ser el agua un elemento central para esta comunidad, se nos relató cómo se hacían misas de rogación cuando no llovía y la importancia del Señor de las Aguas para la región, no solo por las festividades patronales, sino por la profunda devoción que se asocia con la buena lluvia y el agua de los pozos, pues sus milagros se asocian con estos aspectos.


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